El presidente firmó un decreto para transformar la entidad en sociedad anónima antes de su viaje a Estados Unidos
En una decisión que generó polémica, el presidente Javier Milei firmó un decreto para convertir al Banco Nación en una sociedad anónima, allanando el camino para su eventual privatización. Esta medida, que fue rechazada previamente por el Congreso, reaviva el debate sobre el futuro de la banca pública en Argentina.
Un decreto que ignora la voluntad legislativa
La privatización del Banco Nación fue una de las propuestas del Gobierno que no logró superar la instancia legislativa. Sin embargo, Milei decidió avanzar mediante decreto, una estrategia que ha caracterizado su gestión en temas clave. Según fuentes oficiales, la conversión en sociedad anónima permitirá atraer inversores y modernizar la entidad, aunque la oposición denuncia que se trata de un primer paso hacia la venta del banco más importante del país.
Impacto y reacciones
El decreto presidencial despertó fuertes críticas de sectores políticos y sindicales, que consideran que la privatización del Banco Nación pone en riesgo el acceso al crédito para pymes y sectores productivos. Desde la oposición advierten que esta medida podría ser judicializada, mientras que los gremios bancarios ya anticipan acciones de protesta.
¿Un banco menos estatal?
El futuro del Banco Nación queda envuelto en incertidumbre. Mientras el oficialismo defiende la necesidad de reestructurar la entidad, la oposición denuncia que Milei avanza con la privatización del Banco Nación sin respetar el rechazo del Congreso. La tensión crece y la medida podría marcar un nuevo conflicto institucional en el país.