El Gobierno de la Provincia de Santa Fe, encabezado por Maximiliano Pullaro, presentó un nuevo plan para mejorar la seguridad en Rosario: la construcción de la Estación Policial Rosario Centro. El proyecto forma parte del Plan de Refuncionalización Integral del Sistema de Comisarías y cuenta con un presupuesto oficial superior a los $18.000 millones. El objetivo, según las autoridades, es mejorar la prevención y la respuesta policial a la ciudadanía, pero en medio de una creciente preocupación por la inseguridad en la ciudad, muchos se preguntan si esta medida realmente resolverá los problemas de fondo.
El gobernador Pullaro destacó que el plan de estaciones policiales busca garantizar un patrullaje constante y adecuado, además de una rápida respuesta a los llamados de la población. Según el ministro de Justicia y Seguridad, Pablo Cococcioni, el nuevo sistema reemplazará paulatinamente a las tradicionales comisarías, las cuales, según él, han quedado obsoletas con la implementación del Sistema 911 y el plan de cuadrículas de patrullaje.
Por su parte, Esteban Santantino, secretario de Análisis y Gestión de la Información, destacó que este plan permitirá transformar el despliegue policial en toda la provincia, con el objetivo de mejorar la eficacia y la cobertura en las calles. Además, se anticipa que otros organismos estatales, como el Servicio Penitenciario, se encargarán de funciones que actualmente recaen en las comisarías, como la custodia de presos.
La obra de la Estación Policial Rosario Centro, que se levantará sobre un terreno de más de 3.280 metros cuadrados, promete ser uno de los proyectos emblemáticos de este nuevo enfoque de seguridad. Contará con dos edificios: uno bajo y extendido, destinado a la atención al público y las oficinas de gobierno, y otro en altura que albergará a los agentes policiales. En total, la construcción ocupará más de 8.000 metros cuadrados y generará alrededor de 1.000 puestos de trabajo directos.
Sin embargo, muchos cuestionan si estas iniciativas realmente responderán a las necesidades de seguridad de la ciudad, donde la violencia y la inseguridad continúan siendo un problema central. En un contexto de creciente desconfianza hacia las autoridades locales, especialmente hacia el intendente Pablo Javkin, la construcción de la nueva estación policial podría ser vista como una medida más para la foto, sin un verdadero compromiso por mejorar las condiciones de vida de los rosarinos.
Este nuevo proyecto no es solo una cuestión de infraestructura, sino parte de una estrategia más amplia del gobierno provincial, que sigue recibiendo críticas por su manejo de la seguridad pública en la ciudad. Mientras tanto, la inseguridad sigue siendo una de las principales preocupaciones de los habitantes de Rosario, que esperan respuestas efectivas y no solo medidas superficiales que intenten calmar la creciente frustración.
